SALMOS 22 PARA CAOS EN LA MENTE
CAOS EN LA MENTE
SALMOS 22:3-5-7
22:3 'ELOHÁY'EQRA 'YOMAM WELO' TAÄNEH WELÁYLAH WELO'-DUMIYAH LI
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
22:5 BEKHA BATEJU 'AVOTENU BATEJU
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
22:7 WE'ANOKHI TOLÁÄT WELO'-'ISH JERPAT 'ADAM UVZÚYÄM
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
22:5 BEKHA BATEJU 'AVOTENU BATEJU
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
22:3 'ELOHÁY'EQRA 'YOMAM WELO' TAÄNEH WELÁYLAH WELO'-DUMIYAH LI
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
22:7 WE'ANOKHI TOLÁÄT WELO'-'ISH JERPAT 'ADAM UVZÚYÄM
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
22:7 WE'ANOKHI TOLÁÄT WELO'-'ISH JERPAT 'ADAM UVZÚYÄM
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
Pero a mí me tienen por gusano, menos que humano; soy la burla de la gente, el despreciado del pueblo.
22:5 BEKHA BATEJU 'AVOTENU BATEJU
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
WATTEFALETÉMO
En ti confiaron nuestros padres; confiaron en ti, y tú los rescataste.
22:3 'ELOHÁY'EQRA 'YOMAM WELO' TAÄNEH WELÁYLAH WELO'-DUMIYAH LI
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
Poderoso mío, te llamo de día y no respondes; también de noche, y no encuentro sosiego.
AQUÍ TERMINA ESTA ORACIÓN
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