ADULTERIO

CUANDO EL DOLOR COMENTA

Estudio exclusivo para mis estudiantes. Si no eres uno de ellos, pasa de largo.

Hoy aprovecharé para responder a un comentario que revela mucho más de lo que aparenta. Lo que sigue no es solo una respuesta, es una enseñanza profunda:

Estudiemos…

No todo lo que parece adulterio lo es. No todo lo que se rompe fue alguna vez sólido.

Nunca juzgaré a un hombre solo por dejar a una mujer que no ama.

Donde no hay compromiso, no hay traición.

Y no puedes comparar a una mujer que “deja casa” y esposo por otro, con quien está en una relación abierta donde cada uno hace lo que quiere. Aprendamos de estas experiencias y dejemos de romantizar el desorden emocional disfrazado de libertad.

Lecciones para mujeres conscientes y despiertas:

 1. No recibas hombres rotos.

No eres pista de aterrizaje para sus heridas. Si viene despedazado de una relación, no uses tu cuerpo ni tu alma como sala de recuperación.

 2. No tengas relaciones sexuales apenas llega.

Ese hombre no viene a amarte, viene a anestesiar su dolor contigo. Y tú no eres calmante de nadie.

 3. No te burles de su ex.

La vida te medirá con la misma balanza. Lo que hoy juzgas, mañana te prueba.

 4. No te embaraces de alguien que no te ama.

Especialmente si no ha pasado ni un año desde que están juntos. No hay estabilidad, no hay raíz, solo emoción pasajera.

 5. Afirma tu energía femenina.

Si vibras en mil frecuencias al mismo tiempo, el hombre —aunque disfrute lo abierto— no te tomará en serio para formar un hogar.

 6. Un hijo no ata a nadie.

No te engañes. La maternidad no convierte al hombre en compañero, solo lo convierte en padre… si quiere serlo.

 7. Diferencia entre relaciones abiertas y libres:

 • Relaciones abiertas: viven juntos, hacen lo que quieren, solo se avisan.

 • Relaciones libres: hay compromiso sin necesidad de matrimonio.

NO CONFUNDAS CAOS CON LIBERTAD.

 8. No te cases en una relación abierta.

Si no hay compromiso real, corres el riesgo de quedarte sola con todo el peso.

 9. Mudarte con un hombre no garantiza nada.

Si la convivencia es solo sexual, no hay promesa ni responsabilidad. Solo conveniencia temporal.

Tener sexo como si fuéramos libres no significa que lo seamos de las consecuencias.

Seamos más cuidadosas. Aprendamos de los errores. No traigamos hijos al mundo como si fueran pajaritos sin nido. Nadie te roba a nadie. Los humanos se van.

Un hombre puede dejarte porque no te ama, pero aún así ser buen padre.

No lo confundas. No se quedó contigo porque no había amor, pero eso no significa que no pueda amar a su hijo.

La Biblia nos enseña que los humanos dejan… pero Hashem siempre recoge.

Hay adulterios que no son adulterios… son simplemente el resultado de jugar con fuego.

Son frutos de energías sucias, mezcladas con maldad, vacío y carencias.

No compares hogares con compromiso —aunque no haya papeles— Son relaciones que ya estaban rotas antes de que tú aparecieras.

La lealtad no necesita contratos, pero sí verdad.

“Hay quienes escuchan la enseñanza no para transformarse, sino para adaptarla al molde de su herida. No buscan EMÉT (verdad), buscan anestesia para su podredumbre. ‘Hacen lo recto ante sus propios ojos’ (Shoftim / Jueces 21:25), ajustan la sabiduría a la medida de su trauma, no al juicio justo. No aplican la instrucción con equilibrio, sino con brutalidad, deformándola hasta volverla irreconocible.’’

SON CUERPOS PODRIDOS POR LA AMARGURA, y como dice Yeshayahu: ‘Toda cabeza está enferma y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana’ (Isaías 1:5-6). No hay gracia en ellos, porque la gracia habita donde la verdad es amada. El campo les devuelve su misma podredumbre, porque ‘con la medida con que midan, se les medirá’ (Mishlé / Proverbios 11:1).

Y lo más trágico: ‘Tienen ojos pero no ven, oídos pero no oyen’ (Yirmiyahu / Jeremías 5:21). Estudiaron, se llenaron de letras, pero no dejaron que la Torá atraviese su carne ni quebrante su orgullo. No aprendieron a vivir, sólo a repetir lo que nunca encarnaron. Son vasijas rotas que profanan el Nombre con su incoherencia.”

Batsheva Ja Efrat